lunes, 30 de junio de 2008

El reino sagrado de Sahian

La Oscuridad impera aún en la tierra de Amahn. Los pueblos viven oprimidos bajo el yugo cruel del Hacha asesina de Cors. Los reinos que antes permanecían unidos, se encuentran distanciados por causa de la Sombra. Ya nadie confía en nadie.

Pero una humilde tierra, alejada de las grandes batallas y de las crueles manos de Cors, mantiene las esperanzas vivas de un futuro mejor. Al norte, entre las blancas montañas de Seand, se erige el bastión del norte, la tierra sagrada de Sahian.

Un pueblo de hombres, esforzados y bondadosos, que luchan día a día por un mundo nuevo, por un mundo libre que aman y protegen. Una ingenua tierra en donde se forjan algunos de los mas audaces Guerreros de la Luz.

Este es el principio de la historia de Kan Zaya, el más grande de los Sahian, quien sería fundamental en las Batallas de la Luz y uno de los 12 mas grandes guerreros del universo.

Kio Zeta llegó a Sahian en la primavera del año 10, tras la invasión de la Sombra, y vivió largos años junto a los sahianos. En este periodo conoció a Kan, hijo de Zay señor de Sahian.

Kan siempre fue más adelantado que los muchachos de su tiempo. Poseedor de una maravillosa apreciación artística, fue creador de extraordinarias obras de arquitectura que más tarde la traerían gran renombre, al igual que pinturas y esculturas que reflejaban la sensibilidad de sus sentidos y el amor por su pueblo.


Sahian era una tierra pacífica, nunca abrazada por guerra alguna, rica en sabiduría y en las artes de la tierra, pueblo de fuertes hombres y bellas mujeres.


Pero un día la paz de Sahian fue mancillada.

La huestes Bazar cayeron sobre las tierras sahianas arrazando y destruyendo cada pueblo.

Fue así como la capital Sahian fue invadida. Fue la primera batalla de Kan Zaya y Kio Zeta.


Tenían solo 15 años. Lucharon como poetas legendarios. Mucha tristeza abrigaron en sus corazones, y en cada vida que vieron partir las lágrimas de sus ojos las despidieron.


Fue una triste resistencia, y una aún más dolorosa huida.


Entonces, junto a todos los sobrevivientes, se refugiaron en las murallas de Colvan, el castillo secreto, y comenzaron un nuevo inicio.

Al año siguiente Kio Zeta partió.

No hubo despedida mas triste que la de Kan Zaya y Kio Zeta.


Pero nada es capaz de destruir la amistad, ni siquiera la horrible guerra.

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Un destino que une las leyendas...

sábado, 31 de mayo de 2008

Comienzo de la Historia de Erosh: La llegada de Scoth

Hace mucho tiempo, Erosh fue invadido por la Sombra. Los aliados Andaocidas y Meihan debieron separarse de él para no caer en la furiosa Oscuridad. La Triada se deshizo.
Osid de Antar, Rey de Erosh, fue apresado. El Consejo de Ancianos fue ajusticiado. La Sombra Bazar arrasó con el Reino.
Solo tres Ancianos del Consejo lograron escapar. Uno de ellos llamado Minh, el sabio, vaticino la llegada de la esperanza desde el Más allá del mundo.
Un día, un resplandor en el horizonte…
Tandra, princesa de Erosh, escapaba junto a sus guardianes de los Ashtar, guerreros de elite Bazar. Intentaban llegar hasta la tierra Andaocida, pero debían pasar por el estrecho de Fulcar donde fueron emboscados.
Rodeados por los Ashtar, cayeron uno a uno los guardianes de la princesa, pero cada uno de aquellos se llevo consigo la vida de un o mas enemigos.
De pronto, un extraño guerrero apareció de la nada venciendo a los últimos Ashtar que ya se llevaban a la princesa.
Fue ahí, en medio del frío suelo de Fulcar, donde un hombre encontró la luz de Antar en los verdes ojos de una mujer, y la amó. Así quedaron atados los destinos de Scoth, a quien llamaron Kay, y de Tandra, princesa de Erosh.
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Scoth Kay, Esperanza Alada
Tandra de Antar, Luz de Erosh
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Kio Zeta

martes, 27 de mayo de 2008

El Destino en Erosh

Muchas veces he visto que nos preguntamos acerca del destino. Diversas culturas se han pronunciado respecto a que es, que papel cumple en la vida de los hombres, y en este sentido, como configura la existencia de los seres humanos. Es así como cada cultura tiene su opinión o visión respecto de lo que él es en sí, variando su concepción según las formas y creencias de su mundo social.
Recuerdo claramente lo que ha dicho la cultura griega acerca del destino. Lo representan fielmente en la conocida Tragedia Edipo Rey, en la cual nos muestra un destino inevitable que se aparece ante el hombre y que le condena a un fin que es independiente de su elección. En este sentido, hagas lo que hagas, tu destino te alcanzará y eso no lo puedes evitar.
El hombre es de esta forma, un mero juguete del destino, al cual está sujeto y de esta manera no existe poder alguno que separe al hombre de su destino. Se nos muestra así un hado del hombre que esta ya predeterminado, la vida de los hombres en sí, ya está escrita.
En ocasiones pensamos así. Mas de alguna vez hemos creído que nuestros pasos ya están predeterminados. Desde esta perspectiva, no importan nuestras elecciones ya que lo que finalmente imperará será nuestro destino fatalista. No obstante, la realidad nos revela un hecho que se opone a esta idea del destino.
La vida misma nos muestra que no está escrita. Observando la vida misma es posible percatarse que es un andar constante, que se construye con cada elección libre del hombre.
En cada opción que el hombre toma forja los matices de su propio fin. Él determina su suerte y escribe las formas de como vivir su propia existencia. Son los hombres quienes forman su vida y la enmarcan según sus libres elecciones.
Si existe un destino este se relaciona con sus elecciones y las razones de ellas. Y si existe un destino del hombre, es el hombre así mismo quien es capaz de cambiarlo. Es verdad que un hombre puede, si quiere, cambiar su propia estrella.
Por ello podemos decir que el hombre es quien escoje se destino, y no su destino quien escoge por él.
Aún así, a veces he logrado ver, que existe una fuerza que guía mis pasos.
¿Será aquello el destino?
...
...
La leyenda está escrita.
Erosh espera.
El guerrero legendario ha vuelto.
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Kio Zeta, Príncipe de Erosh.

viernes, 23 de mayo de 2008

El inicio de un largo camino...

Hay en la vida muchos misterios. Con frecuencia aparecen preguntas como, ¿qué hago acá? ¿para qué vivir? ¿cuál es el sentido de la vida? ¿por qué debemos morir? etc. vivir es abrirse a la posibilidad de encontrarse con una multiplicidad de preguntas que de una u otra forma nos interpelan.

Vivir es un misterio en sí. No sabemos el para qué de esta existencia. No conocemos el destino de nuestro propio camino, no sabemos cuando se va a terminar. Incluso en ocasiones ignoramos el porque de nuestras propias acciones, del porque de aquella emoción, del porque de aquella sensación.

Vivir nos abre a una realidad que es pensante y conciente de su propia existencia. Nos muestra a un ser que siente y vive una interioridad llena de sentido, que experimenta una diversidad de emociones que lo atan a un mundo que no le es ajeno, sino por el contrario, que es parte de él mismo.

Yo he experimentado el dolor de no entender el misterio de la vida misma en sí. Pero he comprendido parte de de este misterio insondable que es la vida. He mirado al interior de la misma existencia y maravillado, he visto la fuerza del misterio del tiempo inmerso en él.

Es en la vida, y particularmente en su dimensión espacio tiempo, en que he visto mi dolor a la cara y no he dado la vuelta. Fue difícil y doloroso, terrorífico y cruel, pero logré mirar hacia el cielo y ver la esperanza.

Fue en esta vida en que me di cuenta de una verdad, yo quiero vivir. Escojo vivir. Quiero compartir mi vida junto a otros. Vivir las experiencias que la vida y el tiempo quieran regalarme.

Pero además, tengo la responsabilidad de vivir por aquellos que ya no pueden hacerlo, por aquellos en los que la luz se ha extinguido, por aquellos que se durmieron en la esperanza de un mundo mejor, por aquellos que amo y no olvido. Por ellos, debo vivir.
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Respondo al llamado de Erosh.

Las huestes deben reunirse.

Convoco a los 12.

Kio Zeta